Por sus características, la madera es un material muy susceptible a los cambios de humedad, temperatura y a la radiación solar, es por eso que es importante saber elegir la especie adecuada, el tratamiento y la forma constructiva más idónea cuando vamos a utilizarla en el exterior.
Veremos a continuación algunos ejemplos y consideraciones a tener en cuenta en la ejecución de revestimiento exterior de madera para fachadas:
Elección del tipo de madera
El Alerce o el Ipé son dos de las maderas más usadas para recubrir fachadas, aunque en general cualquier madera tropical gracias a su durabilidad natural es idónea para ello. Si no nos importa tanto el acabado final del revestimiento, el Pino tratado en autoclave también puede ser una buena opción, sin embargo, sus nudos y su aspecto en general hacen que estos revestimientos presenten una imagen más rústica que no siempre es acorde a la idea perseguida.
A través de un correcta ejecución y elaboración de detalles constructivos podemos ayudar a la evacuación del agua de lluvia y la ventilación de la madera y conseguir una mayor durabilidad de la misma.
Es importante controlar el contenido de humedad de la madera antes de su instalación para evitar que se produzcan importantes cambios de tamaño y movimientos de las pieza. Dependerá mucho de la zona en que nos encontremos, pero por lo general se recomiendan humedades de entre un 14 y un 18%.
La protección frente a los rayos solares es fundamental ya que es uno de los factores que más afectan a la madera degradando su superficie y haciendo que esta adquiera un tono grisáceo. Si no es este efecto del paso del tiempo el que queremos conseguir, debemos proteger la madera aplicando un tratamiento adecuado.
También es preciso proteger la madera cuando los contenidos de humedad del ambiente son altos ya que se vuelve más propensa al ataque de hongos o xilófagos.
A las maderas con menor durabilidad y según la clase de riesgo a la que estén expuestas, hay que aplicarles unos tratamientos mediante inmersión (autoclave) para protegerlas del ataque de hongos y xilófagos, mientras que otras especies más durables solo necesitan un tratamiento superficial.
Otra de las opciones que nos encontramos en cuanto a revestimientos exteriores es la madera modificada. Este material es el resultado de una interacción entre la madera y un agente químico, biológico o físico que permite, sin añadir un biocida, mejorar alguna de sus propiedades durante su vida útil. Así, mientras el principal resultado de un protector tradicional es la mejora de la durabilidad, en el caso de la madera modificada obtenemos un nuevo material con propiedades diferentes como su estabilidad.
Entre los productos disponibles en el mercado destacan la madera termotratada y, más recientemente, la madera acetilada y furfurilada, obtenidas mediante una modificación química.
El Centro de Investigación y Servicios de Madera, CIS Madeira de Ourense ha instalado una exposición permanente que permanece a la intemperie y donde se podrá observar el comportamiento de estas maderas ante situaciones climatológicas adversas como la lluvia o el sol.
EDMUNDO HERIBERTO HARO ARIAS says
MUY INTERESANTE DIDACTICO Y SENCILLAMENTE EXPLICADO.
Cristian says
Como me contacto con alguien por CL