La idea de un comercio de cosméticos con espejos neones y mucho brillo fue idea de AIM Architecture, una nueva propuesta para la nueva sede de Harmany en Hong Kong. Wendy Saunders, Vincent de Graaf y su equipo propusieron este diseño. Dentro de una calle bulliciosa y sinuosa de Hong Kong, repleta de tiendas, restaurantes y puestos de comida. Persianas metálicas abren el acceso a la tienda; mientras que en su interior, los estantes están llenos de paquetes y productos mientras que una fachada de acero perforada e iluminación LED nos dan la bienvenida.
El proyecto es un desafio de los vendedores actuales de Harmany, minorista de cosméticos en línea que se adentró en el mundo físico en Shanghái. Su estilo nace de la inspiración de la antigua botica y farmacias. Es una boutique de cosméticos “de la vieja escuela” donde los visitantes se dejan sorprender y se olvidan por un momento de las comodidades de la era digital; un espacio nada convencional, con materiales de obra como el ladrillo y mortero deja todo el protagonismo al producto. Todos los productos dentro de cajones de acero los cuales contiene una señalización sutil que guía a los clientes abrir los cajones; revelando los productos cosméticos en su interior. Un diseño para un consumidor curioso y comprometido, que entra buscando una cosa y encuentra lo inesperado.
Agradecemos a: diariodesign.com
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