A 13 km de la Ciudad de Pinamar, a cuatro horas de Buenos Aires se encuentra ubicada la casa L4. Una residencia para vacacionar, la casa de hormigón muestra el toque arquitectónico al que el arquitecto Luciano Kruk nos tiene acostumbrados. Es una vivienda construida principalmente para ser ocupada en vacaciones, ya sea por sus propietarios o por posibles inquilinos, la vivienda ocupa un lugar prácticamente virgen. Situada en un bosque de pinos y con una diferencia de cotas en sentido transversal de 2 metros entre sus dos extremos, la parcela se dirige suavemente hacia el mar.
Su fácil mantenimiento es debido a que es una casa poco habitable y el material de hormigón con que fue diseñada encaja gracias a su color y textura, lo que brinda un dialogo armónico con el lugar. El acceso a la vivienda es a través de un porche en sombra con una estrecha escalera. Una vez en la planta principal encontramos los espacios que ocupan el corazón de la vivienda que son la sala de estar y el comedor-cocina. Planos acristalados de suelo a techo en la fachada principal abre las estancias más públicas al paisaje. Los cuatro dormitorios se sitúan en las cuatro esquinas de la planta cada uno con su baño. Cabe mencionar que los muros de hormigón funcionan también como muebles de apoyo fijos. La casa cuenta con dos piscinas y con una azotea que se convierte en un adorable espacio de contemplación.
Agradecemos a: diariodesign.com
Patricia Miranda Campos says
soberbio.