Una colorida residencia combina interiores de inspiración rustica con detalles contemporáneos brindando una sensación hogareña. La residencia se ubica cerca de Bucarest, Rumania y es conocida como la pequeña casa en el campo, es un proyecto que inicio la diseñadora Alina Alexe de Studio Decoraktiva. El punto de partida de la diseñadora fue una casa de pueblo tradicional con solo dos dormitorios y la cocina por separado. La propietaria y diseñadora Alina trasformó las habitaciones existentes en dormitorios, se deshizo de la cocina y extendió la construcción hacia la parte posterior de la propiedad. La adición consiste en una gran sala de estar, cocina y baño.
En cuanto a la fachada principal esta se mantuvo intacta, pero las puertas de toda la casa fueron restauradas y pintadas en color turquesa, ya que este color aporta un toque sereno y refrescante. El interior también cuenta con artefactos coleccionados por los propietarios durante sus viajes de vida. Mascaras tradicionales y diversos insertos del folclore de la aldea rumana marcan la identidad del esquema. Los muebles y la iluminación fueron reciclados de manera ingeniosa con el fin de reflejar el estilo tradicional de los interiores. Cabe resaltar que la pared de la sala principal se personalizo con un patrón especial, mientras que las otras se pintaron solo de color blanco. así es como la residencia fue rehabilitada.
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